“La gente que está arriba se asustó mucho, pero de todas maneras no escapa a lo que nos pasó a nosotros acá abajo que sentíamos cómo se nos movía la tierra. Por suerte todo anduvo bien y la operatividad de la mina Veladero no tuvo ningún traspié, ningún mecanismo se daño luego todo transcurrió con normalidad”, dijo ayer Miguel Martín, vocero de la minera canadiense Barrick.

Los 3.700 metros sobre el nivel del mar en los que se ubica el campamento de Veladero fueron caja de resonancia del fuerte sismo que azotó a Chile en la madrugada del sábado.

Después de las departamentos cordilleranos de Iglesia y Calingasta, este es el lugar habitado en la provincia más cercano a la zona de la catástrofe.

Miguel Martín agregó que “no se generó alarma entre la gente, pero sí aquellos que dormían se despertaron por el movimiento de la tierra que sorprendió en plena madrugada a todos”.