El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) salió la semana pasada también a advertir que están las condiciones ambientales dadas para que ataquen las clásicas pestes de la vid: peronóspora (foto), oidium y podredumbre.

El foco de atención está puesto principalmente en Angaco, San Martín, Caucete, 25 de Mayo y Sarmiento. La uva de mesa, que está cosechándose, es a la que le están colocando químicos que prevengan estas enfermedades.

Los 31 milímetros que precipitó en el último mes -según los datos de la estación del INTA en el departamento Pocito- ya son suficientes para encubar algunas pestes. A eso se le suma que los valores de humedad y temperatura ambiente son bastante altos.

‘Venimos de una temporada donde estas enfermedades trajeron muchos problemas, que estresaron las plantas y eso ya es una carga que tienen consigo y que ya traen sus problemas El tema es que las condiciones ambientales son las propicias como para exista, el inoculo está (es como la semilla de la peste, explicó) y el productor debe fumigar con productos preventivos o curativos, principalmente en base a cobre’, dijeron en la oportunidad desde el INTA.

El antecedente -que cuentan- se remite a enero último, cuando la cantidad de agua que cayó fue de 54,4 milímetros, el tercero más lluvioso desde que se tiene registros (año 1968).