San Juan continúa ejerciendo un fuerte control en las huellas ilegales en el límite entre San Juan y Mendoza. Pero en ese trámite de cerrar caminos y pasos alternativos, se colocó un tapón en una huella por la que los pobladores de las Lagunas de Guanacache llegaban a Media Agua para abastecerse, y eso desató ahora un conflicto.

Es tan fina la distancia geográfica que existe entre San Juan y Mendoza en la zona donde habitan las comunidades huarpes, que antes los pobladores cruzaban a Lavalle o a Media Agua cada vez que necesitaban abastecerse.

En eso y conociendo que Mendoza cuenta con circulación viral y San Juan mantiene su estatus sanitario, las autoridades decidieron colocar un tapón por donde venían cometiéndose ingresos ilegales, pero también era por donde los laguneros llegaban a diario a Media Agua en busqueda de alimentos y venta de su propio ganado caprino.

Si bien desde la comunidad huarpe dijeron que se sienten discriminados por haber quedado aislados, Abel Hernández, subsecretario de Seguridad de la provincia, afirmó que la medida se realizó para cuidar la situación sanitaria de los sanjuaninos.

"La entrada para la comunidad huarpe es la misma que va a Las Lagunas de Mendoza, por eso hemos quedado a la deriva. Tenemos miedo porque en algún momento nos vamos a quedar sin alimentos y no podemos ir a Media Agua porque no nos dejan pasar", comentó Leonardo Tártalo Morales, un referente de Lagunas de Guanacache.

"No es la primera vez que nos sentimos así. Este es un abuso más de los tantos que hemos recibido. Lo peor de todo es que nadie nos da respuesta. Tenemos miedo", comentó Tártalo Morales. Desde esa comunidad afirman que el municipio les envía un camión con 3 mil litros de agua para abastecer a esas familias y hace dos días, con la huella tapada, fueron ellos quienes a pico y pala pudieron abrir un surco para que el camión pudiera llegar a las Lagunas.

Sin embargo, desde Seguridad dijeron que son las máquinas de Vialidad Provincial las que abren la huella cada vez que el camión debe pasar a abastecer de agua al pueblo. Las autoridades agregaron que apenas se cumple el abastecimiento, el camino se vuelve a cerrar con una barricada de ripio, para mantener bloqueado el acceso ilegal (sin cumplir con el aislamiento obligatorio a quienes vienen de afuera de la provincia) de personas que lleguen desde la provincia vecina.

La distancia que existe es tan fina entre ambas provincias que uno de los dramas que hay en el lugar es que muchos de los pobladores figuran en su DNI como nacidos en Mendoza. "Estamos enrolados en Lavalle y asentados en San Juan. En aquel tiempo se manejaba por el ritmo de las aguas: si estaba llena la laguna, se podía pasar para el registro de Lavalle en la Capilla del Rosario, por eso en los documentos somos como mendocinos pero vivimos en San Juan, somos sanjuaninos", se lamentó Morales. Ese problema de estar justo en el límite viene de hace años. Incluso afirman que cuando hay una emergencia o alguna mujer va a dar a luz, muchas veces llega antes la ambulancia de Lavalle, por lo tanto los niños nacen allí aunque residan en San Juan.

La cuarentena y la circulación viral en Mendoza agudizaron mucho más los problemas en la comunidad huarpe, que incluso tiene a uno de sus residentes cumpliendo cuarentena estricta. "Un hombre de nuestra comunidad quiso ir a Media Agua por compras y como tenía DNI de Mendoza, le dijeron que estaba incumpliendo el protocolo y lo mandaron a aislamiento", se quejó Sergio Morales, referente de la comunidad. Desde los organismos estatales reconocieron el estricto control que realizan y avisaron que lo agudizarán para prevenir el paso ilegal de gente.

Fuentes del municipio dijeron que analizan enviar asistencia semanalmente a los laguneros para que de esa manera no tengan que llegar hasta Media Agua. Morales, en tanto, dijo que esa no será la solución ya que las familias de la comunidad con el camino cerrado se ven imposibilitados de llegar a Tres Esquinas o Media Agua a vender el ganado caprino. "Sí o sí tenemos que salir del pueblo, porque si no vendemos cabras no comemos. Nosotros vivimos de esto. Si seguimos aislados no vamos a tener alimentos y tampoco vamos a tener dinero si no podemos trabajar", comentó Morales, quien dijo que la solución sería empadronar a los puesteros y autorizar a un integrante por familia para poder llegar a la capital sarmientina.