Los temores de una lluvia radiactiva a través del Pacífico luego de la crisis en los reactores nucleares dañados por el terremoto y tsunami en Japón llevaron a los consumidores a pelearse por los antídotos contra la radiación en la costa Oeste de Estados Unidos y Canadá.

No obstante, las autoridades dijeron que los temores son infundados y advirtieron que las personas se expondrán a otros problemas médicos al tomar yoduro de potasio innecesariamente mientras creen que se protegen del cáncer. A esta confusión se sumaban los mensajes contradictorios de los máximos funcionarios del Gobierno federal estadounidense sobre el uso del yoduro.

El secretario de Energía, Steven Chu, dijo a periodistas que no veía la necesidad de comprar tabletas de la sustancia, pero añadió "éste es un país libre", mientras que la directora general de Salud Pública, Regina Benjamin, no lo descartó.

Las farmacias y clínicas desde California a Columbia Británica registraron un aumento agudo en la demanda de yoduro de potasio y otros posibles antídotos contra la radiación desde que comenzó la crisis en los reactores japoneses.

El yoduro de potasio es una forma común de sal, similar a la sal de mesa. Puede proteger a la glándula tiroides de la radiación y del cáncer provocado por la exposición al yodo radiactivo.

La compra de yoduro de potasio, un producto que puede ayudar a combatir radiación nuclear, se ha disparado en las farmacias de la ciudad de Vancouver, la principal urbe canadiense en el Pacífico.