Esperaron un poco impacientes, pero respetando su lugar en la fila, a que terminaran los discursos y se retiraran las banderas. Con su escasa estatura, parecían personajes salidos de un cuento. Los primeros, vestidos con una túnica marrón y llevando en sus manos pañuelos de color amarillo y naranja, fueron los encargados de representar el terremoto que asoló a San Juan en enero de 1944. Y lo hicieron muy bien, desparramando las cajas de cartón que como si fueran edificaciones, habían sido colocadas en el centro del escenario. Ahí apareció el resto de los personajes: enfermeras, bomberos y gente del pueblo, todos con sus manitos en la cara en señal de asombro y tristeza. Fue la representación artística que los chicos de Nivel Inicial del Colegio Nuestra Señora de Tulum, de la Universidad Católica de Cuyo (UCC), hicieron para festejar el 25to aniversario de los tres colegios que dependen de esa institución.
La teatralización tenía una razón de ser: representar la importancia que tuvo la fuerte presencia del entonces arzobispo, monseñor Audino Rodríguez y Olmos, en los momentos de angustia y desesperanza posteriores a la tragedia. Fue él quien colocó a los pobladores sanjuaninos bajo la protección de la Virgen María, en la advocación de Nuestra Señora del Valle de Tulum. No es casual, entonces, que los colegios de la UCC lleven por nombre estas dos denominaciones: Monseñor Audino Rodríguez y Olmos para la secundaria y Nuestra Señora de Tulum, para el Nivel Inicial y el Nivel Primario.
Sobre el final de la actuación de los chicos de Nivel Inicial en la fiesta de las bodas de plata, un pequeño monseñor Audino y una simpática Virgen María, con el Niño Jesús en brazos, representaron el surgimiento de la veneración de esta imagen y el sello grabado a fuego que dejó el fallecido arzobispo en el corazón de quien fuera el fundador de la UCC y precursor de la idea de una educación integral, desde la primera infancia hasta el nivel universitario: monseñor Francisco Manfredi. "Esta fue el sueño de Manfredi -aseguró en su discurso la rectora, María Isabel Larrauri-, que en esta Casa un niño pueda entrar desde el jardín de 3 años y salir con una carrera universitaria concluida".
La figura de Manfredi estuvo presente a lo largo de todo el festejo. Las alumnas del Nivel Primario representaron, mediante un esquema coordinativo con telas, la génesis de la institución universitaria. Y lo hicieron de un modo muy vistoso: entrelazando por medio de cuidada coreografía, paños de color amarillo, verde y blanco, que simbolizan los colores de la institución.
Por último, las chicas del Nivel Secundario realizaron una danza estilizada del Ave María, actuación con la que concluyó el festejo central de las Bodas de Plata de los colegios de la UCC.

