Cuando se despertó esta mañana, jamás pensó que tendría que ayudar a una mujer a dar a luz. Sin embargo, así ocurrió. Como todos los días, salió de su casa en Caucete y se dirigió hasta su lugar de trabajo, la Comisaría 34 de La Bebida. Más de 60 kilómetros realiza diariamente para cumplir con su deber.
Un llamado a la seccional y la desesperación por salir a ayudar a esa familia que ante el trabajo de parto, sabía que no llegaría al hospital. Pablo Rojas tiene 23 años y una pequeña hija de 2. Acudió en patrullero junto a una compañera y debutó como partero.
"Le dijimos a la mamá de la chica que pusiera agua caliente. Ahí recordamos lo que se aprende en la escuela sobre partos. En el momento hacíamos fuerza con la chica para que pudiera salir el bebé. Cuando nació la recibimos, la limpiamos, pusimos una sábana limpia debajo de la chica para que la beba naciera con la higiene adecuada", relató Pablo en diálogo con Radio Sarmiento.
"Estábamos en contacto con personal de la ambulancia y nos dijeron que no cortáramos el cordón, que ya estaban llegando ellos. Después las trasladaron al Hospital", agregó.
El joven policía se desempeña en sus funciones desde hace tres años y medio. "Nunca pensé que me iba a pasar algo así. Tengo mucha felicidad. La mujer nos agradecía por haber ayudado, ya que las circunstancias hicieron que la tuviéramos que recibir nosotros. Cuando nació Francesca, toda la familia gritaba. El padre no quería entrar a la habitación, estaba muy nervioso", dijo.
Además, sostuvo que no es la primera vez que la comisaría de La Bebida interviene en un caso así. "Es que la ambulancia está alejada", explicó el nuevo héroe.
