Heber nació con una malformación en su mano derecha. Sólo tiene dos dedos, pero eso no le impide hacer una vida normal. Este año comenzó jardín de infantes en la escuela Las Hornillas, que está cerca de su casa, en Pocito. Y ponerse el guardapolvo a cuadros fue una de las cosas que más lo entusiasmó. Sin embargo, con el correr de los días, las horas de clases se volvieron una tortura para el pequeño. Sus compañeros se reían de su mano y lo discriminaban. Por eso su mamá dejó de mandarlo. Ahora él no quiere volver.
Con un poco de vergüenza y con la voz muy bajita, Heber, de 4 años, dijo que en la escuela le decían ‘rica manito‘ y que todos se le reían y que por eso no quiere volver. Mientras que Alejandra Ramos, la mamá, dijo que ‘en la escuela me dijeron que lo mande a una institución especial.
“Mi hijo sólo tiene problema en la mano”, dijo.
La mujer, que vive a tres cuadras de la escuela Las Hornillas, en el barrio Teresa de Calcuta, en calle 5 entre Lemos y Vidart, dijo que en la institución también le dijeron que eran excusas de Heber para dejar la escuela. Sin embargo, aseguró que eso no es cierto porque al niño le encantaba ir a clases.
A principio de año, todas las mañanas antes de las 7, Heber se levantaba para ir a la escuela. Estaba feliz, dijo su mamá, que contó que el pequeño la echaba todos los días del jardín porque quería quedarse a jugar. Sin embargo, días después, el último de los 6 hijos de Alejandra, comenzó a rehusarse a ir a la salita de 4. Y cuando le preguntaron por qué, Heber respondió que fue porque todos se reían de su mano. ‘Yo entiendo que sus compañeritos son niños, pero las maestras dicen que es una excusa de él para no ir a la escuela. Además, la discriminación es algo de todos los días. En todos lados hay que lidiar con la gente que se ríe de la mano de mi hijo. Si hasta hay adultos que no entienden que es una malformación‘, dijo Alejandra. Y como ejemplo contó que hace unos días tuvo que declarar en la Policía por defender a su pequeño de una vecina que le gritó “discapacitado”. Es que, Heber nació sólo con el pulgar y el meñique, pero no tienen un tamaño normal. Y en el medio de los únicos dedos de su mano derecha, tiene dos pequeñas uñas que durante el invierno se le caen.