Camila Ayelén Santos es el nombre que le puso Leticia Santos a su hija cuando nació, hace 7 años. Pero, para el sistema legal, ni ese nombre ni la niña existen. Por un lado, su madre contó que, hasta hace 2 años, la nena tenía el DNI que le dieron en el Hospital Rawson apenas nació, pero que en un viaje se lo robaron y cuando fue a hacer el duplicado le dijeron que no había nadie bajo ese nombre y número asentado en los registros. Por otro lado, en la Dirección de Registro de Estado Civil de la provincia, luego de una investigación, comprobaron que hay otra niña de Buenos Aires con el mismo número y que esa partida de documentos ni siquiera estuvo destinada a la provincia.

Mientras tanto, "al no tener una identidad, la niña no puede acceder, por ejemplo, al sistema educativo o los servicios públicos de salud", dijo la directora del Registro Civil, María del Carmen Vega. La nena, de todos modos, va a la escuela, pero en los dos últimos años la anotaron provisoriamente.

Hace 11 años Leticia, uruguaya que hoy tiene 32, se vino a vivir a la Argentina. Su trabajo como empleada doméstica, contó ella, le hizo conocer a varias familias sanjuaninas con las que mantiene aún una relación estrecha y que atestiguaron sus embarazos y entradas al Hospital Rawson, donde tuvo a sus dos hijos. "A los dos los anoté en el mismo hospital cuando los tuve y salí con el documento de ellos en la mano. Cuando tuve a mi hija hasta me acuerdo que tuve que cruzar hasta la terminal recién operada (le hicieron cesárea) para comprar unas estampillas que me pidieron en el hospital", contó Leticia.

Hace dos años, dijo, tuvo que viajar a La Rioja con los dos niños porque le habían ofrecido un trabajo. Estuvo unos meses allá y pegó la vuelta. Fue en ese viaje cuando le robaron la mochila con los documentos de los tres. Según Leticia, apenas llegó a la provincia hizo los trámites para hacer un duplicado de los DNI de los chicos. Con su hijo más grande no tuvo problemas, pero con la más chica la historia fue diferente. Fue al Registro Civil a pedir una partida de nacimiento y le dijeron que no tenían registrada a su hija ni por el número de DNI ni por su nombre. Después fue al archivo del Hospital Rawson y, según la madre, como ella tampoco tenía documento, no le quisieron dar nada. "Hasta fui a Migraciones para que me dieran mi documento, que es uruguayo. Me mandaron a Córdoba, al consulado uruguayo, y ahí me dijeron que me daban un permiso por 5 días para ir a Uruguay a hacer los trámites. En ese tiempo no puedo hacer nada, tampoco tengo los medios para afrontar el viaje y no tengo con quién dejar a los chicos", dijo la madre.

Ante la situación, la Dirección de Registro de Estado Civil buscó en su archivo las partidas de nacimiento registradas en la provincia en la fecha de nacimiento de la niña y también en el sistema informatizado el nombre y número de DNI, pero no encontraron ningún registro que identificara a Camila. Su madre no tiene en su poder copias del DNI original o una partida de nacimiento. Lo único que tiene es un certificado de escolaridad, con los datos personales de Camila.

La directora del Registro, María del Carmen Vega, se encargó personalmente del tema y, luego de corroborar los datos, comprobó que el Registro Civil Nacional tiene a otra nena bajo ese número de documento y que ese número de serie de DNI ni siquiera estaba destinado a San Juan. El número que supuestamente tenía Camila era 43.554.752. Pero la partida 43.554.000 quedó en Buenos Aires, la que mandaron a San Juan ese año fue la 43.555.000. Ante la urgencia del caso, la única solución viable que por ahora ve la funcionaria es declarar una "amnistía" y hacer un nuevo DNI para Camila.

Sin embargo, la situación no dejó de abrir una abanico de interrogantes: ¿qué pasó con el registro del hospital cuando Leticia se internó para tener a Camila?; el documento que le dieron a Camila, en el caso de existir, ¿estaba alterado o era un duplicado de otro?; ¿por qué el nombre de la niña no aparece en ningún registro, ni siquiera con otro número de DNI? Son todas preguntas que deberán tener respuesta, dentro o fuera de la legalidad.