No sólo eran tres puntos para seguir en ascenso, sino la enorme oportunidad para acercarse a Unión de Santa Fe, su próximo rival, para darle pelea por el segundo ascenso directo a Primera. Tanto había en juego el sábado en Concepción, que la derrota contra Tiro Federal por 2-0 fue tan inesperada como sorprendente. Porque no solo fue la primera de la era Garnero, sino que lo que mostró el equipo fue pobre y por eso los rosarinos se llevaron un triunfo muy importante en su lucha por zafar del descenso directo. Mientras que San Martín perdió tres puntos vitales y ahora los que viene detrás se le acercaron.

Ambos tenían su partido. El Verdinegro por el lote de arriba y Tiro por el de abajo. Dos presentes diferentes pero con muchas ambiciones en juego. Por ello es que desde el inicio mismo los rosarinos salieron a buscar el encuentro, sin especular ni dejar crear al Verdinegro. Ambos con esquemas similares, pero diferentes al momento de la acción.

Eric Aparicio fue quien tomó la batuta en los visitantes. De sus pies salió lo mejor y su creación y panorama dejaban mal parados a los defensores. Por ello no sorprendió que a los 8′, Tiro pasara a ganar con la triangulación y la asistencia para Leandro Armani, quien definió cruzado ante el achique de Leo Corti (reemplazó a Pocrnjic lesionado).

San Martín recién mostró algo de creación a los 21′, con el cabezazo de Penco, pero a esa altura ya Tiro había copado el medio y la tenencia del balón era dificultosa. Aparicio seguía haciendo de las suyas por el sector izquierdo y dos minutos después armó la misma jugada que en el gol, aunque este vez Corti la mandó al tiro de esquina. Mientras que penco probó cruzado y Zamponi con su frentazo exigió a Vega.

En el complemento el Verdinegro no pudo penetrar y sus intenciones fueron con pelotas detenidas. Volcado al ataque, siempre quedó mal parado y a los 30′ Rossi, en soledad, se perdió el segundo. Ahí nomás Prichoda se demoró en la definición, pero no perdonó en la siguiente y a los 34′, cruzado y arriba tras la pared, sentenció un partido chato para el Verdinegro en el que no solo perdió terreno, sino que lo hirieron feo.