Luego de un amplio operativo interagencial llevado adelante por Defensa de Consumidor, Subsecretaría de Trabajo y Personal dependiente de Dirección Judicial D5, detectaron una serie de irregularidades en la aplicación del protocolo Covid-19 en el Atomo de Rivadavia y también descubrieron hasta falta de habilitaciones, que desencadenaron en la posterior clausura.

Según detallaron las fuentes, el supermercado ubicado en Ignacio de la Roza y Meglioli no cumplía con el distanciamiento entre empleados y clientes, no delimitaba ni señalaba las zonas, garantizando la distancia social, no tomaba los datos de las personas que ingresaban al local, no desinfectaba al cliente que entraba y no aseguraba el horario preferencial de las personas mayores de 60 años o de riesgo.

Además, al momento de la inspección, detectaron que no se encontraban la puertas abiertas para ventilación y además no contaban con las habilitaciones correspondientes para el ejercicio de la actividad comercial: ni de Bomberos, ni de Planeamiento, como así también para el expendio de bebidas alcohólicas.