El operativo policial trabajaba sin parar en la ruta 40, mientras Vanesa Morales arreglaba las botellas y los folletos apoyados en una mesa al lado de la calle para que fueran lo más atractivos posibles. En la peatonal, los negocios se resistían a cerrar sus puertas. Y en la Oficina de Turismo entregaban un folleto tras otro. Todo sucedió ayer al mediodía, cuando los turistas comenzaron a llegar a la provincia para pasar Semana Santa y se encontraron con todo a su favor.
"Acá la gente es muy abierta, estamos sorprendidos", decía Nora Bovier, recién llegada de Puerto Madryn, Chubut. Mientras, tomaba una gaseosa con su marido y posaba para la foto que le estaba sacando con amabilidad la moza del café.
Ya en la ruta 40, en Pocito, quienes están a cargo de las rutas del olivo y del vino trabajaban sin parar. "La gente comenzó a llegar esta mañana, tenemos todo listo para comenzar con los recorridos y explicar el proceso de producción de la aceituna y el aceite de oliva", contaba Andrés Gunella, en la puerta de las cabañas Olivos del Sol, donde la gente puede hospedarse, recorrer plantaciones y hacer degustaciones. En la puerta del lugar, Vanesa Morales armaba uno de los stands que montó la Municipalidad para dar la bienvenida a los turistas e invitarlos a visitar sus propuestas.
Más al sur, en la bodega Fabril Alto Verde (incluida en la Ruta del Vino) ordenaban todo después de que se había retirado el primer contingente de visitantes. Y a lo largo de la ruta, los controles de tránsito se divisaban gracias a los conos naranja. En un caso, los encargados de la Agencia Nacional de Seguridad Vial controlaban la velocidad de los vehículos con un radar. Y, más adelante, la Policía (que mostraba poca cordialidad a los visitantes) pedía la documentación a los conductores.
A su vez, los visitantes esperaban que pusieran a punto la Casa de Sarmiento, que había recibido a la gente durante toda la mañana. Entre ellos, había dos mujeres que llegaron desde Buenos Aires. Con un plano de San Juan y comiendo sendos racimos de uva, Carla Abramowski, una de ellas, contó que "vinimos porque siempre quise conocer el Valle de la Luna. De paso, vamos a recorrer Calingasta". Así, San Juan les dio la bienvenida a los visitantes, que se quedarán hasta el próximo domingo.