Cuando vio la foto, Sebastián Garrocq soltó la carcajada. Abrazado con el profe Leandro Lardone mientras el armador Sebastian Brajkovic defendía una pelota increíble en el último punto de la victoria ante Paykan. “Como fue un punto largo tuvieron tiempo para la toma. Ese abrazo es como un código. En los entrenamientos hay un jugador que siempre dice ‘sacá y abrazate’ que significa que se gana. Entonces le dije a Lardone ‘nos abracemos que acá termina el partido’. El punto fue increíble y no terminaba más”, reconoció Garrocq.
