Ya no da más. Superó su vida útil, ya no se fabrica y no hay repuestos. El tomógrafo del hospital Rawson se rompió y su falta de funcionamiento es costosa. En 57 días fuera de uso, el Estado gastó hasta ayer $330.600 pesos, pues debe derivar sus pacientes al área privada. Además, se hace la mitad de estudios que ofrecía este servicio habitualmente, una situación límite que obligó a buscar un nuevo aparato, según anunciaron ayer las autoridades del hospital más importante de la provincia. De todas formas, no se sabe cuándo estará operable el tomógrafo nuevo y tampoco si podrán reparar el actual.
Por día, derivan 20 casos de tomografías a tres centros de salud privados, una circunstancia establecida por convenio desde hace tres años en caso de falta de funcionamiento del aparato del Rawson, informó Armando Rosales, director ejecutivo del hospital. Cada tomografía cuesta ente $280 y $300 (cifras establecidas por dicho convenio), por lo que por día se gastan en promedio $5.800 por derivaciones. Es decir que hasta ayer el Estado erogó $330.600, correspondientes a 57 días sin poder usar el tomógrafo de la provincia.
Otro de los problemas es que esas 20 derivaciones diarias corresponden al 50 por ciento de las tomografías que habitualmente realizaba el Rawson, según altas fuentes del hospital, por lo que el servicio está restringido y actualmente no se entrega turnos programados para tomografías de control. "Le damos prioridad de derivación a las urgencias y a los internados. Los casos de tomografías de control ambulatorio son sometidos a evaluación de los médicos del servicio y a auditoría médica. Pero tratamos, dentro de nuestras posibilidades y a pesar del retraso lógico, de cumplir con todos los pedidos de estudios programados", indicó Rosales.
Como el proceso de compra del nuevo aparato debe recorrer pasos burocráticos, que llevan su tiempo, la intención de las autoridades es hacer lo posible para reparar el tomógrafo dañado y normalizar el servicio. Pero el problema radica en que ya no hay repuestos. Según indicó Edgardo Rodríguez, director administrativo del hospital, con la compra del nuevo aparato a la empresa alemana Siemens, se negoció la reparación del actual, de la misma marca.
"Siemens está buscando, entre todos los tomógrafos en desuso del planeta, la plaqueta que está dañada de nuestro aparato. Si la consiguen, la enviarán y lo haremos funcionar hasta que se instale el aparato nuevo. Pero no podemos decir cuándo pasará eso", dijo Rodríguez.
El tomógrafo del hospital Rawson fue instalado en 1999 y en sus 11 años de servicio duplicó la cantidad de disparos que la empresa considera como de utilidad. "Este tomógrafo realizó más de 700.000 disparos, el doble de la producción normal prevista de fábrica. Cuando en enero de este año Siemens anunció que este tomógrafo salía de producción y no garantizaba repuestos, iniciamos el proceso para comprar uno nuevo. La idea era hacer un reemplazo directo, a lo sumo suspendiendo el servicio mientras duraba sacar el viejo y poner operable el nuevo, pero la rotura afectó los planes", dijo Rosales.
El nuevo tomógrafo cuesta $900.000, es de última generación y los fondos para pagarlo saldrán de una partida especial dentro del presupuesto del Rawson, generada a través del recupero de obras sociales que utilizan servicios del hospital público, informó Rodríguez.