"Mi padre era el líder de la empresa y mi madre era lo que fue siempre: el pilar moral y afectivo de toda la familia. Cuando ambos ya no estuvieron con nosotros, compartimos la conducción de la empresa con mis hermanos. Si bien hoy me toca ser el presidente de Electrometalúrgica Andina, la prioridad no es el cargo sino el trabajo en equipo", arrancó Roberto Carmona (46). El es uno de los cuatro hijos que tuvo Gustavo Carmona, quien en 1982 compró la EMA, una de las industrias más importantes de la provincia. El jefe de familia falleció en 2007 y fue el inicio de una nueva etapa en la conducción.

Roberto comenzó a trabajar en la empresa poco antes de recibirse de ingeniero. Lo hizo como auditor técnico de costos, mientras que su hermana Patricia era contadora en el sector financiero, José Luis seguía estudiando y Alicia, por entonces, "estaba abocada a su mejor empresa, que era la de criar a sus chicos", recordó Roberto.

A su vez, la transición en la conducción fue bien pensada por Gustavo: decidió que sus hijos asistieran a las reuniones de directorio, en calidad de oyentes. "Esas reuniones eran verdaderas cátedras empresarias por la diversidad de temas y la calidad de los debates. También desarrollamos un protocolo familiar, que lo concluimos ya sin mis papás. Mi padre nos fue entrenando desde el punto de vista de la problemática laboral y por otra parte iniciamos un proceso para la transición de empresas familiares con consultores especializados", contó. Y agregó que "una vez que mi padre murió, fue duro para nosotros el hecho de atravesar el duelo y a la vez cerrar temas que no eran nada fáciles. Pero gracias a Dios, y a la educación que nos dieron nuestros padres, superamos los obstáculos y estamos muy unidos como hermanos y como socios".

Roberto dijo que su padre era un líder nato, en la familia y en la empresa. "A nivel laboral, era muy exigente y vivía con muchos proyectos en la cabeza. Tengo millones de anécdotas de él en el trabajo y muchas veces me sorprendo a mi mismo repitiendo sus famosas frases. Recuerdo que le gustaba recorrer la planta caminando, saludando y conversando con todos los que se cruzaba. Tenía una relación de mucho respeto y afecto con todo el personal. Fue un gran líder", recordó el hombre apasionado por el esquí.

Cuando los hermanos tuvieron que asumir el rol conductivo sin la presencia de Gustavo, Roberto dijo que el cambio más sustancial se dio a nivel gerencial. "Nosotros nos reservamos las decisiones estratégicas del grupo y tratamos que las decisiones más operativas se resuelvan a nivel gerencial. De todas formas estamos los cuatro hermanos en reuniones permanentes y eso es bastante demoledor", contó el hincha de River.

La Electrometalúrgica Andina tiene más 60 años en la historia industrial sanjuanina y trabaja en uno de los mercados internacionales más desarrollados del mundo, con casi 300 clientes distribuidos en más de 50 países. "Yo creo humildemente que es una empresa paradigmática para la industria sanjuanina. Durante muchos años fuimos los más grandes, hasta la llegada de Barrick, y eso nos generó una enorme responsabilidad. Actualmente estamos trabajando a un 40% de nuestra capacidad, ya que nos limita la elevada tarifa eléctrica que pagamos. Pero el objetivo es poder poner toda nuestra capacidad a producir. El producto sanjuanino más conocido y reconocido en el mundo son unos tambores amarillos que adentro tienen carburo", cerró.