En la noche del viernes, ocurrió una tragedia en Pocito. Sergio Eduardo Arenas (30) conducía su Peugeot 404 completamente ebrio (el dosaje con pipeta arrojó 1,19 g/l, cuando0,5 es el tope por ley). Al transitar por calle Mendoza, entre 13 y 14, la fatalidad se manifestó: dos niñas de 11 años que estaban jugando fueron atropelladas. Una de ellas murió en el acto, el auto arrastró más de 100 metros a la otra, y luego falleció. Arenas no se bajó del vehículo sino que huyó raudamente.
Este sábado a la mañana, un vecino de Pocito grabó a otro automóvil -en este caso, preparado para carreras- que imprudentemente aceleraba en el interior de un barrio ubicado en calle 12 pasando David Chávez; a pesar de que una señal en el ingreso reza: "Reduzca la velocidad, niños jugando". Quien tomó las imágenes, identificado como J.C. (pues quería reservar su nombre), dijo que "es una práctica de todos los días" y, con un preocupación señaló que algún día podría ocurrir otra tragedia "y todos se lamentan pero nadie previene".
J.C. detalló que en el corto video puede escucharse cómo aumenta la velocidad en el interior del barrio. "Es casi criminal" apuntó.

