Con apenas 6 años Nicolás Calvo ya tenía decidido que quería ser chef. Pero tuvo que esperar cumplir los 7 para recién poder tomar clase en un instituto gastronómico. Eligió la Escuela Borja Blázquez porque a esa edad ya era fans de este chef español.

Ahora Nicolás tiene 9 años y, además de cultivar el gusto por la cocina, ya comenzó a sacarle provecho a la actividad. “Me gusta mucho la pastelería, así que empecé a hacer dos bizcochuelos por día y a venderlos en la escuela. A mis compañeros les encanta cómo cocino, aunque alguno de vez en cuando me carga porque cocino, pero a mí no me molesta. La plata que gano con la venta la ahorro para el viaje escolar que vamos a hacer a Ischigualasto”, dijo Nicolás que también destina parte de las ganancias a darse algunos “gustitos” extra. Hace poco se compró un libro de cocina italiana porque, además de asistir a las clases de cocina todos los sábados, también dedica parte de los demás días a investigar sobre gastronomía a través de Internet o diferente bibliografía. “Siempre hay algo nuevo para aprender por eso también veo los programas de cocina que dan en la tele. Es más, ya me anoté en Masterchef Junior y espero que me llamen. Sería un sueño poder participar”, dijo.

Pero ese no es el único sueño de Nicolás, también quiere abrir su propio restorán cuando sea “un poco más grande”. Mientras, seguirá cocinando para su familia, especialmente los domingos.