Destacó Calisse que hacen seguimiento permanente de los cultivos, con un Cuaderno de Campo que se le da al productor, y allí se anota todas las labores que se hacen, lo que se aplica, también anomalías, observaciones, etc. Se parte de la siembra, luego uso de insumos, labores culturales y riegos hasta la cosecha. Se cubren entre 6 y 7 meses de la fábrica, aproximadamente desde mayo hasta noviembre. Las siembras van de febrero a agosto y setiembre. Hay espinacas con ciclos desde los 60 y hasta los 120 días, en casos extremos. En San Juan, las de siembra en el período febrero-abril son de 80 días de ciclo; las de mayo-junio de unos 90 a 100 días de siembra a cosecha y de julio a septiembre de 60 a 70 días en total. Para que un cultivo sea rentable para el agricultor, se deben cosechar unos 30.000 kilos por hectárea en el primer corte, de buena calidad, y se puede luego de 30 días hacer un segundo corte, que rinde casi la mitad; eso lo evalúa el productor, si es conveniente entrar de nuevo, con todos los riesgos que ello implica.
