La merma esperada en San Juan está asociada a la disponibilidad del recurso hídrico post cosecha 2011, a altas temperaturas durante el invierno y posteriormente -a finales de julio- temperaturas que se ubicaron entre los 15 y 18 grados bajo cero. Los técnicos del Instituto coinciden que esa mezcla de factores -poco habitual en cosechas anteriores- terminaron por someter a las plantas a situaciones de estrés. ‘Vamos a esperar los últimos relevamientos, pero en general y en San Juan esperamos mermas‘, dijo Guillermo García, titular del INV.

Explicó además, que el fenómeno de ‘desorden fisiológico de las plantas‘ también se ha producido en algunas zonas productivas de Mendoza y en las mismas variedades‘, pero reiteró que el impacto ha sido mínimo en las principales zonas productivas mendocinas.

Los especialistas del INV advirtieron además sobre la incertidumbre que provoca la disponibilidad del agua para el riego. La escasez del agua -tanto en San Juan como en Mendoza- ha sumado un factor más y puede llegar a ser determinante en los números finales de la cosecha, estiman.