Ningún cliente a las 2.40, cortinas bajas, la hija del dueño y un amigo con una notebook en internet, su tía y dos mozos en los últimos quehaceres antes de cerrar. En eso estaban esas cinco personas ayer en la madrugada en la céntrica parrilla ‘El Tata Escoda’ ubicada hace cinco meses en Mitre y España, Capital, cuando la hija del propietario, Antonella (27, foto) abandonó la mesa para ir al mostrador. Ahí notó que tres sujetos (uno con casco) avanzaban decididos a la puerta. Y quiso cerrar pero los ladrones la anticiparon y los encañaron a todos. Los ladrones huyeron con tres celulares, la notebook, $2.100 de recaudación y la cartera con otros $500 y los documentos de Antonella.