-¿Cómo aportó el paisaje sanjuanino?
-El sanjuanino tiene un carácter especial porque hizo de un desierto una ciudad pujante. Eso era ideal para el espíritu de la protagonista y la película. Le da el universo particular, el paisaje está integrado en la historia y los personajes son desérticos también.
-¿Qué significó ganar en Mar del Plata?
-Fue recibirme de director de cine. Poder narrar, mantener a la gente sentada durante 90 minutos es movilizante. La gente lo recibió muy bien. Yo empecé a escribir este guión hace 9 años también en el Festival de Mar del Plata cuando presentaba mi corto de tesis. Y se cierra un ciclo. Todo es una sorpresa, googlear la película y que aparezca, las criticas mismas son favorables, es conmovedor para todos los que hicieron la película, todo el equipo de San Juan…
-¿Cómo esperás que siga tu carrera?
-Yo soy un laburante, la verdad; no tengo una ambición personal, ya estar trabajando de lo que me gusta, visitar lugares, contar historias, para mí es un sueño, es Disney, poder pagar el alquiler con mi trabajo. Me costó mucho, yo trabajé de todo: vendedor, repositor en un supermercado chino. Ya estoy adaptando una nueva novela, siempre buscando fondos y peleándola, pero con ganas de que la gente se emocione, que a la salida de la proyección te peguen un abrazo y te digan que la película es hermosa.
