Cuando la madrugada empezaba a ponerse fría en Rodeo, el calor y los nervios empezaron a ganar terreno en el predio que está detrás del municipio de Iglesia. Es que por primera vez en un Fiesta de la Semilla y la Manzana, hubo triple empate a la hora de elegir la Reina. Así, durante una media hora, que es el tiempo que demoró volver hacer la votación para el desempate, Vanesa Giménez, Paula Muñoz y Evelin Díaz fueron las soberanas elegidas por los iglesianos. Después del segundo escrutinio, que se hizo cerca de las 5 de la madrugada de ayer, Vanesa se llevó el cetro. El segundo lugar fue para Paula y el tercero para Evelin.
Esta no fue una fiesta más. Al menos en cuanto a la elección de la Reina. Los iglesianos no recuerdan una noche con tanto nerviosismo. Y como una bofetada a todas las leyes cabalísticas, esta vez el número 13 fue de suerte para las tres iglesianas. Esa fue la cantidad de votos que obtuvo cada una cuando se dio el empate. Para las chicas, esa fue la noche más larga de sus vidas, sobre todo cuando se llevó a cabo la segunda votación. Nadie esperaba un empate. Mucho menos que se diera entre tres candidatas. Es por eso que sobre la marcha las autoridades municipales decidieron nuevas reglas de votación. La segunda vuelta fue tan reñida como la primera. Tanto así, que entre el segundo puesto y el tercero hubo un solo voto de diferencia.
Cada una de las tres chicas tenía hinchada propia que bullía cada vez que mencionaban sus nombres. Las candidatas, en el límite de la sonrisa y el llanto, estaban en el medio del salón esperando el resultado final. Cuando al fin la elección saltó en favor de Vanesa, la gente se le vino encima. Lo que vino después fue un desfiladero de abrazos, llantos y fotos con la nueva soberana. La Reina y la Virreina son de la localidad de Las Flores, que es el pueblo que más gente llevó para alentar a las candidatas.
La fiesta no terminó con la elección de la Reina. Cuando Vanesa y Paula todavía estaban en medio de la pista saludando a la gente, empezaron a sonar los acordes pegadizos de la banda cuartetera La Costa. La multitud invadió el centro del polideportivo entre fernet, choripán y piruetas al son de la música, y el Sol ya había empezado a despuntar.