Durante las dos semanas de vacaciones de invierno en la provincia, DIARIO DE CUYO salió a recorrer cada uno de sus departamentos turísticos. Anduvo sus rutas, sus montañas, visitó las villas cabeceras y habló con la gente. Así surgieron ciertas falencias y aciertos que tienen Valle Fértil, Calingasta, Iglesia y Jáchal, los lugares que se ofrece a los visitantes de diferentes provincias y hasta del extranjero que llegan para descansar y disfrutar de los paisajes. Entre los aspectos más positivos se destacan las rutas que se dirigen a los departamentos, por su buen estado y por su señalización. En el lado opuesto está la falta de disponibilidad tecnológica: la señal de celular se cae y tiene interferencias, Internet funciona sólo en los cyber y es muy lenta, y hay pocos cajeros automáticos.

Capital también es uno de los destinos turísticos de la provincia, pero no está incluido en este listado porque tiene características y condiciones mucho más ventajosas que el resto de los departamentos, que están alejados de la ciudad.

Los caminos para llegar a ellos son difíciles de sortear, por las montañas, las curvas, los precipicios y los badenes, pero el estado de las rutas facilita la tarea. En general no hay baches y las banquinas están en buen estado. A eso se suma la cartelería, que está cuidada y bien dispuesta. Lo único complicado en algunos tramos es que aparecen animales sueltos, por eso hay sectores en los que hay que circular más despacio y estar alerta ante la aparición de algún caballo, burro o cabra que se cruza en el camino.

Una de las falencias más importantes en relación a la circulación de los vehículos es la falta de GNC: ninguno de los departamentos cuenta con provisión de ese tipo de combustible, sólo ofrecen nafta y gasoil.

Al llegar a los departamentos, orientarse también es fácil. Es que las oficinas de Turismo están abiertas en horarios de corrido y hay folletería informativa disponible. El problema a nivel de informes está en la falta de conexión entre los departamentos: en ninguno saben decir qué actividades están desarrollando sus vecinos.

Por otra parte, la cartelería que indica los sitios que se puede visitar en la mayoría de los casos es nueva y se observa rápidamente desde la ruta.

En cuanto a los recorridos turísticos que ofrecen los departamentos por los espacios más emblemáticos y llamativos de cada destino, hay una situación dispar. En algunos departamentos, como Jáchal y Valle Fértil, trabaja gran parte de la gente del lugar, hay movilidades dispuestas para los visitantes que llegan en colectivo y hasta se puede probar gratis las delicias autóctonas. Otros, como Calingasta e Iglesia, no ofrecen todas esas facilidades.

Los mayores inconvenientes surgen por las fallas o la falta de disponibilidad de tecnología. Uno de los mayores problemas está en la comunicación. Es que la señal de celular sólo funciona en algunos lugares y a veces se corta o tiene interferencias. A eso se suma que el acceso a Internet tampoco es bueno.

Otra de las fallas a nivel tecnológico está en los cajeros automáticos. Son pocos y cuando hay mucho turismo se rompen o se quedan sin dinero por el uso excesivo. Además, la mayoría de los comercios de esas zonas no cuenta con las máquinas necesarias para vender con tarjeta de crédito o débito, por lo que muchas veces los turistas terminan sin dinero en efectivo ni posibilidad de usar sus tarjetas.

A estas condiciones desfavorables e incómodas para los visitantes durante estas vacaciones se sumó el frío, que llegó a temperaturas bajo cero casi todos los días. Eso perjudicó a la provincia, que es una de las favoritas del país por promocionarse, precisamente, a través de su clima cálido y el fuerte sol durante el invierno.