Aún faltan unos 25 días para que el dictado de clases prácticas se normalice en los edificios dependientes de la UNSJ, luego de que las actividades en los mismos fueran suspendidas por decisión del rector Kuchen el pasado 15 de marzo, para comenzar con los trabajos de inspección y reparación de la red eléctrica, tras la muerte de un alumno en Ingeniería. En las cinco facultades y los tres colegios preuniversitarios se ha disminuido el riesgo eléctrico, por lo que están autorizados a funcionar, pero todavía no lo hacen a pleno.

El pasado 2 de abril DIARIO DE CUYO publicó una nota acerca de que casi la totalidad de las aulas de las facultades y colegios en las que se dicta clases teóricas fueron autorizadas para su uso. Pero no así los espacios destinados a la práctica. Ahora hay varios autorizados a funcionar, aunque no a pleno. "Faltan algunos detalles para ajustarse a las normas de seguridad exigida y obtener la habilitación definitiva -explicó Cristina Deiana, secretaria Académica de la UNSJ-. Por eso en algunos laboratorios y talleres los alumnos asisten para aprender teóricamente cómo funcionan los equipos, pero sin hacerlos funcionar todavía. Pero dentro de poco van a poder usarlos".

Mario Castro, a cargo de la Secretaría de Obras y Servicios de la UNSJ, explicó que la demora se debe a que la edad de los edificios universitarios es muy distinta. Y que algunos requieren otro tipo de reformas para obtener la habilitación, ya que las normas de seguridad cambian constantemente. "Hace 5 años, por ejemplo, estaba permitido que los cables para la puesta a tierra estuvieran al desnudo, ahora exigen que sean cubiertos. Actualmente tampoco está permitido el uso de ventiladores de techos ni los cielorrasos, como sucedió en épocas pasadas -explicó el funcionario-. Cumplir con las nuevas normas es lo que ha retrasado la obtención de la habilitación, y no la mala condición de los edificios".

Castro también dijo que desconoce cuánto falta para que todos los edificios universitarios queden habilitados por completo.

Otro tema que se desconoce es cuánto le costará a esta casa de altos estudios toda la obra. "Se están usando fondos del presupuesto, destinados a otras obras, para pagarles a las empresas contratadas para hacer los trabajos -explicó Cristina Deiana-. Y todavía no podemos calcular cuánto va a costar, aunque sabemos que va a ser una suma considerable. Por eso tenemos pensado, una vez que todo termine y estén los números listos, elaborar un proyecto para solicitarle fondos a la Nación".