Para reducir el riesgo eléctrico en todos sus edificios, la Universidad Nacional de San Juan lleva gastados, hasta el momento, 2,5 millones de pesos, según las cuentas de Obras y Servicios de la institución. Es decir, casi lo mismo que lo que se gastó para reparar por completo los cuatro pisos del Rectorado que se incendió en el 2004, cuyo costo final fue de 2,6 millones (luego invirtieron 3,4 millones extra pero para comprar el subsuelo, la planta baja y los pisos 1, 2 y 7, donde funcionaba el Banco Hipotecario, con el objetivo de ampliar las dependencias del Rectorado). Autoridades de esta casa de estudios dijeron que no se descarta que se iguale o supere esta cifra, ya que los trabajos aún no han terminado. Las tareas de reparación comenzaron a partir del pasado 15 marzo, luego de que el rector Benjamín Kuchen decidiera suspender las actividades académicas tras la muerte de un alumno de Ingeniería por una descarga eléctrica en su facultad.

La antigüedad y la falta de mantenimiento periódico en las instalaciones obligó a que se tuviera que renovar totalmente la red eléctrica en algunos edificios dependientes de la UNSJ, y que en otros se hiciera grandes transformaciones para garantizar seguridad. Medidas por las que todavía hay dependencias que no funcionan a pleno (ver aparte) y que han generado una inversión de 2,5 millones de pesos, cifra que aún no es la definitiva y que podría igualar o superar a la que generó la reparación de los 4 pisos del edificio ubicado en Central y Jujuy que ocupaba el Rectorado y que fueron destruidos por el fuego hace seis años.

"Luego de revisar cada uno de los edificios universitarios y sus dependencias, y comprobar el mal estado de la red eléctrica, tuvimos que renovarla por completo en algunos de ellos como fue el Museo Tornambé y la Escuela de Música -explicó Guillermo Cotto, secretario de Obras y Servicios de la UNSJ-. En otras dependencias tuvimos que reparar la instalación eléctrica en un 90% o hacer importantes transformaciones como ocurrió en El Palomar. Allí se tuvo que sacar el tablero eléctrico que había en el subsuelo del natatorio y frente a los filtros para colocarlo afuera del edificio, y reemplazar la tubería existente por una galvanizada a la que no la afecte la humedad. Se ha trabajado a conciencia para erradicar el riesgo eléctrico en todos los edificios. Y todavía no terminamos, por eso no tenemos determinado el monto total de esta obra".

A diferencia del Rectorado, cuya reparación se hizo con fondos provenientes de las arcas nacionales en su totalidad, las obras de instalación eléctrica se están realizando completamente con recursos propios de la UNSJ, provenientes del presupuesto anual, y que se usaron para la compra de materiales y pago de mano de obra. Y sin la certeza de que se pueda recuperar, ni la claridad de cómo afectará eso los servicios normales.

Cotto explicó que han comenzado con gestiones para que la Nación financie, aunque sea en parte, el costo de la obra.

"Se está por aprobar un programa nacional que destinaría un presupuesto extra a todas las universidades nacionales, destinado a solventar gastos de mantenimiento y reparación de las instalaciones eléctricas -dijo el funcionario-. Nosotros ya hicimos el gasto y esperamos contar con el beneficio del retroactivo".