Al igual que en 2004, Sevilla fue la "ciudad talismán" para el equipo español de Copa Davis, pero el color y el calor fue llamativo. Con casi un centenar de banderas albicelestes, con leyendas que daban cuenta de los puntos más variados del país, los hinchas argentinos jugaron un partido aparte. Con su aliento el tandilense se reencontró son su mejor versión.