Los antecedentes del juego de sombras datan de épocas prehistóricas, donde los seres humanos hacían figuras frente a fogatas. Esta forma de expresión estaba vinculada a misterios del universo y otros fenómenos naturales como los eclipses lunares. Concretamente, se conocen los primeros registros del Teatro de Sombras que provienen de Oriente, India y China, como territorios donde se desarrollaron sus máximos exponentes. Fue considerado como una ceremonia religiosa con narraciones y pasajes de la vida de héroes mitológicos y el sombrista ha sido considerado por la sociedad como un oficiante sacerdote.
En Occidente los sombristas captaron los artilugios y mecanismos del arte de las sombras con el fin de producir espectáculos, quitando todo lo referido a lo religioso. Pese a ello, el Teatro de Sombras cuida el fuego del ritual iniciático y cada experiencia introduce en un mundo siniestro, sugestivo y enigmático donde la realidad y el inconsciente confunden sus límites. Actualmente la técnica del teatro de sombras contiene diversos lenguajes hermanados como el cine, el cómic y las artes plásticas. Debido a que los inicios han sido de gran autodidactismo, experimentando mediante diversos métodos de proyección analógica, hoy se encuentra en el paso de incluir métodos digitales mediante el estudio de la fotografía, cine y animación stop motion.