En algunos casos el tiempo es oro y puede, incluso, hasta salvar una vida. Ayer en la siesta ingresó al Servicio de Urgencias del Hospital Rawson una mujer con su bebé que se había intoxicado y su estado no era el mejor.

Según contó la mamá a la policía, Marisa Ávila (25 años y con domicilio en la Villa 1 de Mayo, en Chimbas), su hijito Mirco (1) bebió combustible de un recipiente que había en la casa.

Como la mujer no sabía si la ingesta había sido de mucha o poca nafta, y la desesperación era mayúscula, buscó ayuda para que de inmediato la puedan trasladar a un centro de salud.

En el Rawson atendieron al nene, lo estabilizaron y quedó en observación para hacerle un seguimiento.