�El acceso a la platea techada del estadio de San Lorenzo es por la Avenida Perito Moreno. La misma tiene dos carriles en direcciones opuestas y cruzándola se encuentra nada menos que la villa más grande y peligrosa de todo Buenos Aires, denominada la “11-14”.
La marginalidad en ese sector del Bajo Flores es total y según cuentan los que visitan habitualmente el Nuevo Gasómetro, el flagelo del paco está cada vez ganando más espacio. No faltan los “no vayan a cruzar por nada del mundo, porque les afanan todo”. De hecho, los taxis no transitan la Perito Moreno a esa altura pasadas las 18 horas, cuando anochece y la visibilidad es escasa, aún con las luces del vehículo encendidas.
La Ciudad Deportiva del Ciclón, lindante al Nuevo Gasómetro, sufre constantemente el robo de los cables de cobre de las conexiones eléctricas. La inseguridad en esta zona es otro motivo para el pedido de los hinchas de San Lorenzo para regresar a Boedo.
