Estaba atenta a las indicaciones que le daba Franco. Con la paleta en su mano derecha y tratando de que la pequeña pelota blanca picara sobre ella sin rebotar en el piso, Yamila se pasó casi toda la mañana tratando de cumplir la consigna. La nena de 14 años tiene atrofia muscular severa y está postrada en una silla de ruedas. Sin embargo, el poco movimiento que tiene su cuerpo lo utilizó ayer para golpear la pelota con la paleta. Ella fue una de las tantas personas que participaron del taller inclusivo de tenis de mesa adaptado que organizó la Municipalidad de San Martín, a través de la Escuela de Iniciación Deportiva y que reunió más de 150 chicos de distintas escuelas de Educación Especial de la provincia.

El encuentro comenzó ayer en la Unión Vecinal Zona Centro, que está en el barrio Pie de Palo. Terminará mañana, cuando se lleve a cabo un torneo. Buscan con esta actividad promocionar el tenis adaptado en la provincia.

Lo que hicieron ayer es que los chicos se familiarizaran con los elementos que se utilizan para jugar al tenis de mesa (también conocido como ping pong cuando su práctica no es profesional). La idea fue superar todos los obstáculos. Por eso no importó si se podía caminar o si el modo de traslado era en silla de rueda. Los participantes pusieron todo el foco en el manejo de la paleta y de la pelota. Primero lo hicieron sin utilizar la mesa. Luego, hacia el final y tras haber realizado varias actividades lúdicas, comenzaron a jugar. "Se trabaja con las posibilidades de cada uno. Lo más importante que da este deporte a personas que tienen discapacidad es el regocijo espiritual. El saber que se puede hacer lo que uno se proponga", dijo Santiago Diamantino, el profesor que coordinó la actividad.

Así fue que viejos pingponeros, jugadores que pertenecen al seleccionado Argentino de Tenis de Mesa adaptado y chicos de San Martín, Zonda, Angaco, Iglesia e inclusive de Capital, tuvieron la oportunidad de acercarse a esta disciplina que desde el 2014 integra la grilla de los Juegos Evita.

"La idea es que esto se dé a conocer, sobre todo porque es un deporte muy interesante para las personas que tienen algún tipo de discapacidad", dijo el intendente de San Martín, Cristian Andino.

Constancia y paciencia

Yamila Bustos está en silla de ruedas porque tiene atrofia muscular. La chica de 14 años puede mover un poco sus brazos y sus manos. Pero la práctica de tenis de mesa hace que no pierda movilidad. Ayer, Franco Elizondo era el jugador que se encargó de dirigir sus ejercicios. Usó un globo y mucha paciencia para que Yamila pudiera manipular la paleta y así lograr que la pelota rebotar en ella.

Esfuerzo ante todo

Jesús Rodríguez no duda en viajar todos los días desde el departamento San Martín hasta la ciudad para practicar tenis de mesa. El muchacho, que también está en silla de ruedas, practica este deporte desde que tenía 14 años y ahora tiene 20. Apasionado, le dedica muchas horas a esta práctica que, dice, lo hace feliz y lo focaliza en un objetivo a seguir.