Las ruedas gigantescas comenzaron a girar y la fila integrada por 150 tractores se transformó en la dueña de la calle Aberastain. Los vehículos pertenecían a los productores de Pocito, quienes pidieron estar presentes en la conmemoración del 161 aniversario de la muerte del general San Martín y de los 127 años que cumplió el departamento el 9 de agosto pasado.

Sin embargo, ellos no fueron los únicos que dejaron con la boca abierta a las 25.000 personas que asistieron al evento, según datos de los organizadores. Es que hubo tantas sorpresas que no faltó ni el paso de la Estatua de la Libertad, símbolo cultural del departamento sureño.

El desfile comenzó con la multitud mirando hacia arriba y con las manos en la frente para evitar el sol. En el aire se veía al instructor de paracaidismo y ex combatiente de Malvinas, Eusebio Páez, quien daba vueltas mientras hacía flamear la Bandera Argentina, que se veía con claridad desde la tierra. Ese toque de color celeste y blanco fue sólo el anuncio de lo que sucedería a continuación. Es que el encargado de abrir el desfile fue un camión de la Municipalidad de Pocito vestido con banderas, cuya caja estaba repleta de globos de esos colores, que fueron lanzados al cielo a lo largo de los 500 metros en los que estaba ubicado el público. A su paso resonaban los instrumentos de la Banda de Música del RIM 22 y retumbaban las bombas de estruendo, que hacían vibrar el piso.

Mientras tanto, el público que copó la calle (no se recuerda un desfile en Pocito que haya tenido tanta concurrencia), saludaba moviendo las banderas argentinas que les habían regalado. Y distintos tubos distribuidos por toda la avenida dejaban escapar papelitos con los colores patrios.

Todo eso dio paso a los alumnos de las escuelas pocitanas, que con sus banderas de ceremonias y sus bufandas celestes, engalanaron la calle. Después apareció ella, enorme, blanca, con una corona en la cabeza y una antorcha en la mano. Era una réplica de la Estatua de la Libertad, ícono pocitano que en julio pasado cumplió 80 años desde que fue ubicado en la plaza departamental.

Quedaba poco tiempo para que terminara el desfile cuando llegaron los gigantes. Algunos de los tractores eran viejos otros, nuevos. Algunos cargaron maquinarias o arados, otros no cargaban nada. Pero todos se convirtieron en dueños de la calle. La fila que formaron parecía no tener fin. Y la gente tuvo que abrirse para darle paso a los vehículos, cuyas ruedas son más altas que las personas que los miraron.

Todos llevaban el cartel de Producto Pocito, la certificación de calidad que se creó para los productos realizados en el departamento. Mientras, uno de los tractores cargaba un cartel que decía: ‘Sin producción no hay progreso‘. Quienes los manejaban eran los productores integrantes de la Asociación Sanjuanina de Productores de Semillas y de la Cámara de Producción, Empaque y Comercio Frutihortícola. Según comentaron, su intención fue agradecer al Gobierno la ayuda que les ha ofrecido para su crecimiento.

Así, con emoción, muchos aplausos y el brillo de los colores de la Bandera Argentina, San Juan conmemoró la gesta del General.