La suerte de Cecilia Alejandra Vargas (35 años, un hijo y vecina de la zona) estaba echada. Se había arrojado al canal Céspedes que justo este sábado estaba lleno, correntoso y capaz de acabar con la vida de cualquier persona que no supiera nadar.

Todo ocurrió a las 16:05. En la zona de calle 9 de Julio al Oeste de calle Pellegrini, en La Bebida, Rivadavia. Esta mujer era arrastrada por el agua y en esa carrera hacia una muerte segura logró agarrase de una rama de un pimiento que estaba recostada sobre el cauce. Allí permaneció pero las fuerzas se le acababan.

Un móvil del Comando Radioeléctrico Sur pasaba por las inmediaciones y vecinos de la zona agitaron sus manos en señal de ayuda. En el vehículo viajaban el cabo Jesús Páez (33) y su compañera la cabo Micaela Guerra (44).

Los cabos que estuvieron en el procedimiento

Llegaron al lugar donde estaba la mujer, pero acercarse a ella era un problema. Un vecino tenía una soga y Páez ató una punta a un árbol y la otra a su cuerpo, con ayuda de su compañera.

“Me tiré porque se veía que la mujer no tenía fuerzas. Para colmo el canal llevaba agua hasta arriba, era peligroso”, relató a este diario el cabo de la Policía de San Juan. Se zambulló, nadó unos metros y agarró a Vargas. Desde arriba, Guerra y los vecinos ayudaron para sacarlos. Por fortuna la mujer estaba bien, asustada pero sana y salva. Llamaron a la ambulancia para que la asista.

Fuentes del caso contaron que la mujer enviudó hace poco tiempo y atraviesa una fuerte depresión.