De un minuto a otro, el Servicio de Urgencias del Hospital Rawson se convulsionó con la llegada en ambulancia de los primeros cinco heridos a eso de las 22.30. Los policías iban de un lado a otro abriendo paso, mientras los médicos y enfermeros recibían a los jovencitos, algunos de los cuales casi ni hablaban por los nervios o el susto.

“Los chicos estaban haciendo un cuadro, ¡y no sé qué pasó que se hundieron unas tablas y muchos de ellos cayeron!”, contó Yolanda Lepez, una preceptora del grupo, quien venía acompañando a esa primera tanda de accidentados. Después llegaron otros y otros heridos. El arribo de las ambulancias a toda velocidad, escoltadas por los patrulleros con sus sirenas, teñía de más dramatismo la situación. También por los familiares que, a medida que se enteraban, llegaban desesperados a preguntar por sus hijos y rodeaban esa puerta.

Hasta la medianoche, eran 21 jóvenes los que fueron asistidos en el Hospital Rawson. El médico Pablo Flores, señaló “la mayoría de los heridos son leves y moderados. A excepción de una chica que tenía fractura de cadera y de húmero, y de otra más. En lo demás, todos entraron lúcidos y sin compromiso neurológico”. Rodrigo Velert, vocero del hospital, dijo anoche que 3 quedaban internados: Anabela Castro (31), por fractura de cadera y un brazo; Daniela Castro (23) por fractura de húmero en una pierna; y María Amante, por un fuerte golpe en la columna. Habían 12 en observación, que iban a ser dados de alta progresivamente, señaló.