Las primeras 15 motos Vespa se presentaron en sociedad en abril de 1946, en el Club de Golf de Roma. Fueron una invención del empresario Enrico Piaggio y el ingeniero aeronáutico Corradino D’Ascanio. Fue al terminar la Segunda Guerra Mundial que Piaggio tuvo la visionaria idea de lograr un medio de transporte cómodo, de fácil manejo y barato.
 
Hubo varias pruebas hasta lograr el prototipo ideal y revolucionario para la época: Corradino D’Ascanio puso el motor sobre la rueda posterior y le adosó un brazo delantero pensando en el tren de aterrizaje de un avión. Cuenta la leyenda que, cuando Piaggio la vio, exclamó: "bello, mi sembra una vespa+ (Bonita, me recuerda una avispa, traducido del italiano), aludiendo a la forma del vehículo que tenía su parte trasera más gruesa conectada a la parte frontal por una cintura delgada, y el manillar como las antenas.
 
Las mayores innovaciones de este modelo -y el secreto del éxito- fueron la presencia de un monocasco que cubría completamente el motor y las partes mecánicas principales, permitiendo así el uso del vehículo con "ropa de salir’ y la transmisión directa de la caja de cambios a la rueda trasera sin cadena.
 
Se calcula que desde su lanzamiento hasta el día de hoy -que se sigue fabricando con la lógica incorporación de tecnología- ya se vendieron más de 16 millones de unidades en todo el mundo. Sin lugar a dudas, el vehículo logró ser un ejemplo en períodos de intensas transformaciones sociales y económicas, fue una protagonista indiscutida de la historia italiana y europea. Vespa está catalogada como uno de los productos de diseño industrial más famosos en el planeta, considerada como un símbolo del diseño italiano.