El Hogar de Niños de la Infanta Inmaculada Niña María, es un espacio que funciona como Hogar de Día, desde hace más de 10 años. Es un espacio donde fundamentalmente alrededor de 100 niños encuentran apoyo pedagógico, un plato suculento de comida y mucha contención, afectiva pero también espiritual. Esa fue la intención con la que nació el lugar que lleva adelante un grupo de religiosas pero que además cuenta con el apoyo de algunos voluntarios, como la "seño Susana” o Concepción Gómez de Acosta que es psicopedagoga, entre otras personas que van a ayudar a hacer o servir la comida o que sencillamente aportan donaciones.
De todos modos, ellas no son las únicas concurrentes. Hay otro grupo de mujeres, más numeroso aún, que llegan a diario gracias a un subsidio del Ministerio de Desarrollo Humano a través de la Dirección de la Niñez-, su rol es el de maestras. Es que en el hogar se dan diariamente clases de apoyo escolar. La mayoría de los niños proviene de escuelas vecinas de Rivadavia, como la Julia León, la Provincia de Catamarca, la Policía de San Juan, la provincia de Mendoza, la Belín Sarmiento, entre otras. Estos alumnos llegan aquí por pedido de sus docentes. Claro que lo hacen una vez que terminan la jornada escolar regular. Entonces, en vez de partir a sus casas como cualquier otro chico, ellos se dirigen al hogar. Allí almuerzan, tienen un recreo para tomar un respiro y vuelven a estudiar, ahora con las maestras de apoyo. Hay tantos grados como en cualquier escuela, de primero a sexto. Salvo que aquí las docentes los ayudan a hacer deberes, estudiar lecciones para el próximo día o cumplir con los puntos flojos del cuaderno.
Hay apenas entre 8 a 10 chicos por grado porque el espacio no puede albergar a más. Aunque quisiera poder recibir más alumnitos.
Allí también funcionan en el turno mañana dos salas de Jardín, porque el hogar dio cabida a un Cedi, un Centro de Desarrollo Infantil.
Y, como si fuera poco, es uno de los pocos, por no decir casi el único centro que funciona en la provincia, respondiendo los requerimientos de la resolución 714 de la Ley Nacional de Educación. Esto no es ni más ni menos que abrir una puerta a todos esos chicos que están en edad avanzada para cursar regularmente la primaria o que son repitentes crónicos pero que en ninguno de los casos pueden insertarse en la Educación de Adultos, para que puedan escolarizarse. "Esta resolución propone que se inscriban en una escuela pero que tomen clases en otros lugares, como puede ser un hospital, un club, un hogar como este o inclusive en una casa donde haya un docente que pueda impartirle los conocimiento básicos de la planificación curricular, siempre bajo el control de la escuela donde se inscribió. Así se evita que estos chicos cursen con los más chiquitos. Pero por otro lado, se fomenta que puedan seguir estudiando la primaria y así continuar el secundario o una capacitación laboral. Nuestro hogar resultó ideal. Ya tenemos una egresada con 15 años y actualmente dos chicos más, entre ellos Jesús, el alumno de Susana, que van por este camino tan promisorio”, explica Conce, la psicopedagoga. Estos esquemas educativos, que a su vez son personalizados, son los que conocen como Tramos de Educación Acelerada o Unidad Didáctica, ya que se espera que en un semestre se pase de grado, si es que los alumnos responden satisfactoriamente a los procesos y evaluaciones. Y son otro modo de dar posibilidades educativas a todos.
Toda la actividad diaria, se hace con un condimento especial: por estar en un ámbito religioso hay un momento especial para el rezo y para, como explican todos, "pedirle a Dios que los acompañe en la jornada de aprendizaje tanto para los chicos como para todas las personas que trabajan en el Hogar”.
