Durante unos 10 años el Balneario Municipal de Caucete estuvo cerrado para veranear. En este tiempo las instalaciones de este espacio se convirtieron en un aguantadero y en un lugar donde los jóvenes se juntaban durante la noche. Los alambrados estaban rotos y por esos huecos pasaban para usar las habitaciones (ahora bufet y enfermería), para esconderse, beber alcohol y drogarse, dijeron desde el municipio.
‘Las cañerías estaban hasta tapadas con cemento. Se tuvo que cambiar todo‘, dijo Álvarez y contó que la pileta estaba totalmente sucia. Con agua podrida, llena de musgo y hasta con criaderos de sapos. El olor nauseabundo que despedían los natatorios hizo que los vecinos reclamaran en varias oportunidades una mejora del lugar. ‘Encontramos hasta chatarras de autos dentro de la pileta‘, agregó el funcionario y contó que los portones y postes de luz estaban todos rotos y despintados.