Ayer se realizó la primera edición de Niño Activo, Adulto Saludable, un maratón para inculcarles buenos hábitos a los niños, y superó las expectativas de los organizadores. Calcularon que participarían unos 1.000 equipos, integrados al menos por un niño y un adulto, pero participaron 2.000. Unas 5.000 personas corrieron por el Parque de Mayo para completar esta prueba que incluyó varias postas.
El día anterior al maratón, los organizadores debieron agregar 250 números más ya que los equipos inscriptos superaban los 1.000. Y ayer agregaron 750 más por la demanda. Hubo cientos de chicos que llegaron con sus papás para participar de la carrera y sin inscribirse previamente. Algunos no tuvieron suerte. Los organizadores decidieron que sólo participaran 2.000 equipos para que no ocurriera algún accidente.
Largó la carrera y los atletas invadieron el Parque. Eran tantos que tuvieron que correr por entre la zona parquizada y no sólo por las calles internas del paseo como estaba previsto. Esto obligó que las personas que no participaron del evento y que estaban caminando por el lugar tuvieran que detenerse y esperar a que terminara la prueba para seguir con su ejercicio.
El maratón incluyó varias pruebas intermedias antes de finalizar el recorrido. Los participantes debieron parar en diferentes puestos para cumplir con una consigna antes de continuar. Fue la parte más difícil de superar y no por la complejidad de la prueba, sino por la cantidad de participantes. En una de las paradas los chicos tuvieron que pintar entre dos opciones de comida cuál era el menú más saludable. Como las mesas dispuestas para esta prueba resultaron pocas, se tiraron en el suelo para poder pintar.
Los participantes comenzaron a llegar a la meta. En el lugar de la llegada cada equipo recibió una medalla recordatoria y se ubicó frente al escenario para participar del sorteo de premios. Pero tuvieron que esperar por casi una hora para participar de esta última instancia de la jornada, ya que aún había corredores tratando de superar las pruebas en las postas.
De todos modos nadie se quejó por la espera. Los niños se entretuvieron jugando, mientras que los padres bailaron.
