Agustín Rufino corrió tomado de la mano de su mamá Alejandra Echenique. Mariano Guzmán también participó junto sus dos hermanos, que se encargaron de empujar su silla de ruedas. Estas postales se repitieron ayer en el Maratón Inclusivo "Daniel Peralta", que fue organizado por la escuela de educación especial Graciela Cibeira de Cantoni y la Municipalidad de Santa Lucía. Esta carrera, que tuvo el objetivo de que todos los deportistas, los aficionados y hasta los que nunca hacen actividad física, compartieran una jornada diferente, fue un éxito y reunió a cientos de personas que se divirtieron sin parar.

Desde temprano la plaza de Santa Lucía lució diferente. A la música y los inflables que le pusieron color al espacio verde, se sumaron las cientos de sonrisas de personas con discapacidad que se prepararon para correr el maratón inclusivo. Familias enteras se adueñaron de la plaza y compartieron su alegría con todos. Incluso, con los desconocidos.

En el punto de encuentro, los chicos hicieron una entrada en calor especial. Como si fueran bailarines profesionales de zumba se movieron y fueron los dueños de la calle. Junto a sus papás, hermanos y hasta algunos abuelos, los alumnos de escuelas de educación especial hicieron que en todo momento la previa de la carrera pareciera una fiesta. Posaron para las fotos y hasta repartieron cientos de abrazos a profesores y hasta las autoridades de la Municipalidad de Santa Lucía.

Al momento de la carrera, el intendente Marcelo Orrego fue el encargado de bajar la bandera para darle rienda suelta a los gritos, aplausos y carcajadas. Tanto en la largada como en la llegada se vivieron momentos muy emocionantes, como si se tratara de una final olímpica.

• Con buena compañía

Lidia Molina y su hijo Santiago Molina participaron del maratón. Llegaron bien preparados y corrieron tomados de la mano.

• Con entusiasmo

Alumnos y papás de la escuela Graciela Cibeira de Cantoni participaron con mucho entusiasmo de la carrera.