Los potes de pinturas distribuidos a lo largo de varias mesas y los tendederos improvisados hacían que el patio de la Facultad de Arquitectura pareciera un verdadero taller de serigrafía (técnica para pintar remeras). Es que los alumnos y docentes de primer año de la carrera de Diseño Gráfico organizaron un ’Shablonazo Solidario’, en el que pintaron remeras que en unos días donarán a adolescentes que pertenecen a una murga del lote hogar de La Bebida, en Rivadavia.
Con las manos totalmente enchastradas de pinturas y bajo las moras del patio de la facultad, los alumnos recibieron además la ayuda de docentes de las diferentes carreras que se prendieron en la movida, también llamada ’Imprimamos Solidaridad’, que hizo que el día fuera totalmente atípico. Es que la música, que fue usada como musa inspiradora para pintar, y los mates que también tenían secuelas de la pintura hicieron que la jornada se viviera como una fiesta. También pintaron alumnos de otras materias y carreras. Y además, como para darle un toque más inclusivo, participaron chicos discapacitados de la escuela Apadim, que también aprendieron sobre la serigrafía y dejaron su sello.
Tirados en el pasto o sobre diferentes tablones, los alumnos hicieron los shablones (negativos que luego son pintados en las remeras), según sus gustos. Eligieron dibujos propios o frases de bandas como Calle 13 o Silvio Rodríguez.
Después del primer paso, y de manera casi instantánea transformaron las remeras lisas en prendas con un estilo propio. Algunos hicieron un sólo dibujo, pero otros un poco más osados se animaron a mezclar colores y a superponer imágenes para darle más personalidad a las remeras. Así, además de ayudar a otros chicos, aprendieron a usar una de las técnicas de impresión más antigua que existe en el mundo.
Según Silvina Vázquez, titular de la cátedra Diseño Gráfico I y coordinadora del Taller Experimental de Serigrafía, la actividad tuvo el fin de que los chicos usaran su imaginación y el aprendizaje para colaborar con la sociedad.
