Cada 2 o 3 minutos tuvieron que abrir las vallas para que pudieran ingresar los autos que trasladaban a los funcionarios. En un momento, el patio se colmó de ministros, intendentes, diputados y concejales que se abrazaron para darse aliento. A ellos se sumaron las personas que se apostaron con banderas en el lugar para rezar por Gioja. Esto sucedió ayer en la mañana en el exterior del Servicio de Urgencias del Hospital Rawson donde allegados y simpatizantes del Gobierno llegaron para tener noticias sobre el estado de salud del Gobernador.
Francisco Elizondo, intendente de Valle Fértil, departamento donde ocurrió el accidente, no pudo contener las lágrimas cuando llegó al lugar. Fue a visitar a Gioja, pese a que su médico le recomendó no viajar. ’Ayer, después del accidente me subió la presión a 22 y tuvieron que medicarme. ¿Pero cómo no iba a venir? Gioja es mi padre, y quiero darle todo mi apoyo. Estoy muy triste por todo lo ocurrido. Pasamos de la alegría de inaugurar obras a la tristeza de perder a una compañera’, dijo el funcionario entre lágrimas.
Minutos más tarde llegó al lugar el ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina. Pasó directamente a Terapia Intensiva para ver a los familiares del Gobernador. A los pocos minutos salió al patio y se sentó sobre un cordón de la vereda con las manos en la cabeza.
Sobre la vereda de Urgencias y tras las rejas, un grupo de jóvenes también esperó en silencio cualquier novedad. Eran de diferentes agrupaciones políticas, pero que esta vez no llevaron bombos ni cornetas. Sólo llevaron banderas con mensajes de aliento para el Gobernador y que las colgaron en las rejas. ’Respetamos el dolor de la familia del Gobernador y de la de los demás heridos. No da para que cantemos, pero sí para demostrarles apoyo’, dijo Gerardo, de la Kolina.
Los jóvenes se turnaron para hacer guardia permanente en lugar. Dijeron que lo harán hasta que el Gobernador reciba el alta.