Para la segunda etapa, que significa completar la plantación de las casi 500 hectáreas de la finca, desarrollar su propio vivero, y como corolario poder producir en San Juan el producto terminado y procesado (chocolates, dulces, etc.) para poder exportar al resto de Latinoamérica productos de valor agregado, se buscará el modelo de fideicomiso al costo y se abrirá tanto a inversionistas locales como a inversionistas del exterior, proyectando una rentabilidad en dólares muy atractiva y segura.

Por último, dado que los inversores italianos están interesados en comercializar de San Juan uvas pasas, ciruelas desecadas, higos, almendras, etcétera, se está desarrollando un pool de compra para agrupar a productores locales de estos productos. Este pool de compra hará que productores locales que normalmente tienen que vender su producto a intermediarios, puedan acceder a mayores precios y beneficios compartidos.

Por este motivo recientemente se ha fundado la firma Pisti Argentina SA, que trabajará vinculada a la similar europea Pisti Italia.

Un dato importante es que pese a la crisis financiera mundial desatada en el 2009, el único negocio que fue capaz de crecer por encima del 10 % fue el de la venta de frutos secos.

Irán es el principal productor del mundo con una producción del orden de las 100.000 toneladas anuales, muy lejos de las 400 toneladas de la Argentina. Pero estas nuevas inversiones dan nuevas esperanzas para que el crecimiento del pistacho argentino pase a ser una realidad en los hechos.