¡Fuera bomba! y se largaban uno tras otro, o todos a la vez, los niños al agua en la pileta del Camping de la UOM. Luego de una agitada mañana entre partidos de fútbol, básquet y vóley y otras tantas actividades deportivas y recreativas, llegó ese esperado momento de la pileta. Y allí se quedaron chapoteando hasta que se acabó la mañana y llegó la despedida del primer día de una de las dos colonias del Gobierno de San Juan que funcionan en Rawson. Por su parte, los chicos de Capital se concentraron en el camping Círculo de Oficiales. Allí, y sólo por ayer, no hubo pileta. Sin embargo, sí practicaron varios juegos. Ambos centros, al igual que los del resto de los departamentos, comenzaron ayer con sus actividades para que unos 12.000 chicos disfruten de las vacaciones de verano.
Una soga dividía la pileta en dos para que los niños ocuparan sólo la parte menos profunda. Con las tablitas y los bastones de gomaespuma flotando por ese sector, los más pequeños se animaron al agua sin problema. Mientras tanto, los más grandecitos se divertían tratando de hacer el clavado más perfecto o el más extraño.
La actividad de la mañana en el Camping de la UOM había comenzado pasadas las 8:30, hora en la que los 350 niños ya estaban firmes esperando con ansiedad pasar un día diferente. Les tomaron la asistencia, luego izaron la bandera y tomaron una chocolatada con tortitas para el desayuno. Y ahí sí empezó la movida. Luego de unos minutos para entrar en clima y de hacer nuevas amistades, todos ya estaban separados en grupos y con las pelotas en la mano para empezar los partidos.
En el camping del Círculo de Oficiales la mañana fue algo diferente. Allí los gritos de los varones era lo primero que se escuchaba desde la puerta. Es que la euforia de los partidos los llenaba emoción y así eran frecuentes los ¡dale largala! y ¡che, pasenlá! y las súplicas de los profes que pedían no se empujaran mientras se pasaban la pelota. Los equipos competidores se distinguían de forma sencilla: los "sin remera" eran de un grupo y los "con remera", de otro.
Las chicas, por su parte, ya se estaban acomodando en el pasto para recibir la vianda que contenía un sánguche, una fruta y una gaseosa antes de prepararse para las últimas actividades antes de la despedida. Y, el grupo de chicos especiales aún se estaba entreteniendo con una obra de teatro improvisada y con algunos dibujos para pintar con crayones.
En total, estos chicos capitalinos sumaban unos 550 (100 más que el año pasado) y todos habían llegado al club en una docena de colectivos que fueron recorriendo desde las 8 de la mañana los diferentes barrios y villas de Capital para recogerlos y llevarlos a la colonia.