Hoy es muy común que la gente reciba llamadas o mensajes de texto con el ofrecimiento de un servicio, una propaganda o una publicidad en su teléfono. Las llamadas, que llegan en cualquier horario, molestan a muchos usuarios. Y sus quejas motivaron a la creación de un proyecto de ley provincial que busca generar un registro de números telefónicos de personas que no quieren recibir mensajes de telemarketing. Luego, las empresas tendrán la obligación de consultar el registro cada tres meses y serán sancionadas si llaman o envían mensajes a aquellos que se habían negado a recibirlos.

El proyecto tiene el nombre de Registro No Llames y está dirigido a empresas provinciales, nacionales o multinacionales, que hacen campañas de telemarketing. Es decir, que utilizan la comunicación telefónica para publicitar, ofrecer, vender o regalar bienes y servicios. Su aplicación estará a cargo de la Dirección de Defensa al Consumidor, desde donde pedirán a los usuarios el día y horario en que recibieron la llamada en cuestión para solicitar las grabaciones a las empresas y ratificar la denuncia.

La diputada del bloque oficialista que promueve la normativa provincial, Lucía Gómez, dijo que "para que el proyecto se transforme en ley sólo falta el despacho de Asuntos Constitucionales, porque ya tiene despacho de la comisión de Economía".

La funcionaria aclaró además que el proyecto abarca también los mensajes de texto propagandísticos que, por ejemplo, fueron utilizados en las últimas elecciones legislativas por los candidatos oficialistas. "En este caso las empresas de opinión pública, encargadas de este tipo de propagandas, tendrán que tener en cuenta el registro también", explicó.

Sobre el tema, la titular de Defensa al Consumidor, Ana María López de Herrera, comentó que "la necesidad de esta ley surge por el malestar de la gente que ve que las empresas usan sus datos personales en forma indiscriminada para que adquieran servicios sin que se den cuenta". Y explicó que "muchas veces hacen las preguntas por teléfono tan rápido que uno termina aceptando cosas que no quiere. Por ejemplo, las telefónicas ofrecen servicios como correo de voz, llamada en espera, factura sábana, y después llegan boletas con importes más altos que el mes anterior y uno no sabe por qué. Y encima, para anular el servicio uno tiene que llamar por teléfono y reclamar a una máquina".

López comentó también que, a pesar de que durante todo el 2008 la telefonía fue el servicio que despertó la mayor cantidad de reclamos en la repartición, la gente aún no puede denunciar llamadas de telemarketing. "Se quejan porque es una estafa a la buena fe. Pero no pueden denunciar porque no hay una ley. Ahora, con la implementación de la ley de Registro No Llames, podrán elegir no recibir las llamadas".