El dragón empezó a contonearse al ritmo de los tambores. Los atletas observaron la escena con atención. Durante unos minutos, el sonido del ritmo oriental se mezcló con el de las olas del mar. El dragón se devoró una lechuga y luego la escupió. Fue un tradicional ritual chino que hicieron en La Serena, Chile, antes de la largada de la Posta Atlética Cruce de Los Andes, que terminará hoy al mediodía en San Juan. Fue el viernes por la tarde, al lado del Faro, cuando atletas argentinos y chilenos empezaron una de las carreras pedestres más duras de Sudamérica, y que tiene como objetivo unir ambos países por el Paso de Agua Negra.

Dos muchachos formaron con sus cuerpos un enorme dragón chino que acaparó toda la atención de la gente que deambulaba por la playa chilena. El ritual tuvo una misión: dar surte a los atletas que tendrán que atravesar la cordillera, durante el día y la noche, para llegar a San Juan. En la tradición china, esta danza sirve para eliminar la energía negativa.

Luego, los corredores largaron para no parar durante los 42 kilómetros que dura cada posta. La carrera se divide en doce tramos y en total tienen que correr 506 kilómetros a través del Paso de Agua Negra, enfrentando dificultades climáticas y geográficas.

Esta edición tuvo un condimento especial ya que la carrera cumple 20 años. Lo que nació como una propuesta de jóvenes deportistas sanjuaninos se transformó con los años en una competencia que reúne gente de varios países. Fue Gerardo Padín, uno de los corredores que hizo la primera edición de la Posta, hace dos décadas, quien hizo una breve reseña sobre la historia de la carrera, antes que los atletas largaran. Hoy, la Posta está organizada por la Fundación Aguaribay pero cuenta con el apoyo de otras instituciones y empresas, entre ellas la Municipalidad de San Martín.