En Marruecos, otro argentino vivió la semifinal desde la vereda de enfrente. Se trata del santiagueño Emiliano Tade quien hasta los 16 años jugó en las inferiores de Mitre de Santiago del Estero. Luego, viajó a Nueva Zelanda para trabajar de lavacopas y el fútbol lo puso de cara al Mundial de Clubes. En julio, de mochilero, fue a Italia y allí se cruzó con Bauza.