La “Flotilla de la Libertad” terminó en tragedia su periplo a unas 20 millas de la franja palestina, al ser atacada su principal nave, la Mavi Mármara”, un viejo barco turco de pasajeros.

Algunos de los activistas de la flotilla habían expresado su pesimismo en cuanto al logro de su objetivo y sabían que las autoridades israelíes habían levantado un centro de detención en el puerto de Ashdod.

Integrada por 750 personas de 60 nacionalidades, la mitad turcas, entre los participantes figuraban doce parlamentarios, dos de ellos de Alemania, y el resto de Noruega, Suecia, Bulgaria e Irlanda. Además de decenas de activistas helenos y dos españoles.

La Flotilla, dirigida por la Fundación humanitaria turca IHH (Insani Yardim Vakfi), era “la mayor acción coordinada realizada hasta el momento para intentar romper el bloqueo marítimo israelí a Gaza” desde que el Ejército israelí terminó la operación Plomo fundido el 18 de enero de 2009, tras 22 días de ataques.

Según la Organización Cultura, Paz y Solidaridad, entre el cargamento figuraban 500 vehículos eléctricos para discapacitados, además de cien casas prefabricadas destinadas a la familias que perdieron sus viviendas durante la Operación Plomo fundido, suministros médicos y educativos y materiales para la construcción.

Uno de los navíos fue bautizado como “Barco 8.000” -foto-, en homenaje, según los organizadores, a los 8.000 prisioneros palestinos que se encuentran en cárceles israelíes.

Otra de las embarcaciones fue bautizada como “Rachel Corie”, en recuerdo a la activista estadounidense de derechos humanos muerta en marzo de 2003.

Corie, de 24 años, murió al ser aplastada por un bulldozer israelí cuando intentaba junto con otros colaboradores del Movimiento de Solidaridad Internacional (MSI) impedir la demolición de viviendas palestinas en la localidad de Rafah, en el Sur de Gaza.

El “Free Gaza Movement” se creó hace dos años con el objetivo de llamar la atención internacional sobre la situación humanitaria en Gaza.