�El desconsuelo de Mariana Muñoz, no termina. Esta chica, de 19 años y madre de un bebé de un año, invirtió todos sus ahorros en capacitarse para conseguir trabajo. Comenzó un curso de Inglés en el Icat, que nunca podrá terminar porque el sitio cerró sus puertas.
‘El próximo 30 de abril tenía que rendir el examen final para graduarme y el instituto desapareció. Ya había pagado los $3.920 que costaba el curso completo. Lo pagué de manera anticipada por miedo a quedarme sin plata y no poder pagar una cuota y perder el cursado. Siento mucha impotencia porque no tengo plata para pagar otro curso. Creo que el dueño del instituto ni se imagina el daño que le causó a tanta gente. Nos estafó en lo económico y en lo sentimental dejándonos sin el sueño de crecer’, dijo Mariana.
