A simple vista, más que un bar parece una galería de arte. Es que al recorrer cada habitación, cada pasillo y cada rincón de la tradicional casona de mitad de calle Entre Ríos -cuyo dueño originario fue el exgobernador Juan Maurín- se abre en un mundo en sus paredes que no tiene nada que enviarle a las exposiciones de cualquier museo con artistas plásticos, retratistas, fotógrafos, diseñadores de moda, incluso fragmentos de textos y hasta música en vivo como protagonistas. La diferencia es que aquí las obras se conjugan con barras de tragos, banquetas, sillones y mesas de apoyo.
Los dueños de Flores, los hermanos Sebastián y Fernando Moreno -también propietarios de Baró y de De Sánchez- conjugaron en el lugar todos sus gustos por la arquitectura, el diseño, la música (Sebastián por ejemplo es parte de la banda "La rusa funk”), la fotografía y la pintura. En gran medida partieron de las bondades que les ofrecía la vivienda del 1900 con la que contaban. Entonces le sumaron todos los elementos que disfrutan cada vez que merodean un bar o un restó en San Telmo o en Palermo. ¿Qué lograron con ese mix? Un bar dónde por ahora se puede tomar desde los tragos más básicos hasta los más modernos. Incluso hay una sorpresa, por así llamarlo, que guardan bajo la manga cada jornada y es el trago que lleva el nombre de la casa, una mezcla que inventa o improvisa el batender.
"En nuestro concepto de negocio gastronómico nos faltaba una propuesta dirigida para la noche. Con Flores, lo logramos pero además convertimos el lugar en un espacio para promocionar a los artistas locales. Nuestra idea no es solo mostrar lo que hacen los sanjuaninos sino además que sea un punto de venta e inclusive de intercambio cultural”, dice Sebastián, convencido de su idea, la que parte lógicamente desde el nombre del bar: "nos centramos en las flores como concepto artístico, como elemento del arte”.
Por ahora, en Flores Arte Bar además de la interesante sugerencia artística hay una extensa carta de bebidas, sin embargo, una oferta limitada de la propuesta gastronómica, que se centra en pizzas, papas fritas caseras, picadas de fiambre y tan solo dos opciones de postres. De todos modos, en uno o dos meses más, piensan nutrirla con una alternativa gourmet y un café.