La cría de llamas en particular y la de camélidos en general es una actividad que exige dedicación. ‘La misma que la del ganado vacuno y, por ejemplo, demanda buena alimentación, un plan sanitario acorde con suplementos dietarios según la zona, buenos alambrados y la custodia de predadores en la cordillera’, explicó el ingeniero Maximiliano Delgado durante la recorrida de Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO por Camélidos Barrealito.
‘Nosotros llevamos la trazabilidad de cada animal de la granja mediante la identificación de cada uno con caravanas. Hicimos sagrados de cada animal para controlar y prevenir la presencia de cualquier enfermedad como la brucelosis’, indicó Delgado agregando que "contamos con un veterinario que nos acompaña y aconseja además los suplementos dietarios, vitamínicos o minerales según correspondan".
Explicó que ‘para traer los reproductores de Jujuy, debimos inscribirnos en el Senasa y además gestionar la guías de traslado. Adquirimos en esa provincia por que allá está la mejor genética. Incluso hay animales con lana mejorada mediante la cruza con alpacas’.
‘Generalmente los criaderos de Jujuy manejan la alimentación con pradera natural y apoyan con suplementos dietarios como la avena para mejorar la lana o la lactancia del animal’.
Comentó que ‘la gestación de una llama dura doce meses y pare un ejemplar. La naturaleza es sabia y la parición es invierno, cuando no hay moscas y otros insectos que infecten al animal. Luego nosotros seleccionamos los mejores animales según el pelaje, su color y calidad de fibra’.
‘Los animales descartados, generalmente por no presentar un color uniforme, son destinados al comercio como mascotas o animales domésticos para granja, kadiee de clubes de golf, e incluso animales de carga. Los machos son capados y engordados para producir carne, que es exquisita y muy sana’, comentó.
La lana
Hoy la lana de los camélidos es muy demanda en el país. Guanacos, vicuñas y las alpacas además de la llama suministran la fibra para lanas. ‘Estas fibras, muy finas con precios ocho veces superiores a los de oveja’, según señalaba nuestro matutino en su sección Opinión recientemente.
En Capital Federal los 100 gramos de lana de llama se venden desde los $27 en adelante y poncho de esta fibra, no baja en su precio de los $2.500 y pueden llegar a superar los $10.000, aunque a uno le cueste creerlo.
‘Hoy se extendido su uso del poncho y el pullover a la cartera y otras artesanías’, explicó el ingeniero Delgado consignando además que ‘según la parte del cuerpo del animal, la esquila proporciona vellones de mejor calidad, que se destinan a prendas más finas. Con la de menor calidad se tejen gorros, guantes, medias y con la lana gruesa, se busca para ‘la aguja’.
‘Actualmente nosotros esquilamos y la lana la entregamos a hilanderas del Encón, Los kilos de lana que producen estos animales están entre los 3,5 a 4 kg dependiendo del tamaño del vellón obtenido’.
‘La lana en estos momentos la estamos trabajando con unas hilanderas del Encón que adquirieron las maquinarias y los cursos de capacitación para hilar de un Programa de Acción Social de la Nación. Les entregamos la lana, ellas la trabajan y luego comercializan sus prendas realizadas en telar o la lana hilada en madejas. A nosotros nos pagan con lana hilada’, comentó el criador.
Delgado consignó finalmente: ‘para nosotros la cría de llama es una actividad con mucho futuro. Por este motivo estamos interesados en promover su cría como en algún momento muy bien se intentó desde el gobierno local. Para ello pueden contactarnos quienes deseen emprender o difundir la actividad’. Informes: maxidelgado04@hotmail.com