Si a los adultos la estatura de los muchachos les llamaba la atención, a los niños directamente les fascinaba. Con la vista elevada hacia el cielo, los miraban desde sus camas como si fueran una especie de gigantes bonachones cargados con regalos. Y con una amplia sonrisa extendían sus manos para recibir los juguetes que les llevaban. Estos hombres tan altos eran los jugadores del equipo UPCN vóley que, junto a sus técnicos y directivos, llevaron grandes bolsas colmadas de juguetes y recorrieron las salas de internación del Hospital de Niños Juan Carlos Navarro y las del Hospital Marcial Quiroga para repartirlos entre los chicos internados.
Con las camisetas y pantalones azules del club y cautivando la mirada de todos los que estaban en el lugar, los jugadores de vóley fueron llegando en pequeños grupos para juntarse con el resto del equipo en la puerta del Hospital de Niños. Y los muchachos se hicieron notar: su gran estatura les abrió paso sin problemas entre las salas de internación. Con cajas y bolsas de obsequios fueron entrando en cada uno de los boxes donde estaban los niños. Eran en total alrededor de 50 chiquitos repartidos entra las salas comunes, las de aislamiento y las de oncología.
Pelotas, juegos de mesa, muñecos, autitos, pistolas de agua, libros para pintar y leer, alcancías, juegos de cocina, eran algunas de las sorpresas que cargaban los jugadores. Parte de ello fue comprado con fondos del club y otra parte fue producto de donaciones de algunos sponsors. El recorrido se extendió luego a las salas de niños del Marcial Quiroga, donde otros 40 niños recibieron sus regalos anticipados de Navidad de la manos de estos bien posicionados jugadores de la Liga Argentina de clubes.
Pero los chicos no fueron los únicos sorprendidos por la visita. Los padres corrieron a buscar sus cámaras de fotos y celulares para fotografiar a sus hijos con estas famosas figuras del vóley. Y hasta las enfermeras y el personal médico se animaron a ser parte de la movida y algunos no dudaron en posar con sus ídolos, ya que entre ellos estaban, por ejemplo, Leo Patti, Ernesto Nielso, Gustavo Porporatto y los tres brasileños Joel, Suguinha y Junior (el central más alto del equipo con 2,07 metros), que fueron los que más llamaron la atención de los niños. "No trajimos a Papá Noel, pero trajimos tres negros Baltazar", dijo en tono de broma el manager, Enrique Valle, en alusión a los brasileños del equipo.