De sus libros originales quedan pocos ejemplares. La foto más antigua que se conserva data recién de 1978. Su nombre cambió. Y ni siquiera se sabe dónde estuvo ubicada cuando nació, en 1910. Sin embargo, las autoridades de la Biblioteca Popular Rawson han tratado de mantener viva su identidad y de recordar a aquellos que la fundaron hace 100 años. Tal vez por eso, frente a la puerta de ingreso a la institución, se ve el cuadro con la imagen de Guillermo Rawson al lado de una placa con el nombre de los fundadores de la biblioteca que cambió de sede 5 veces. Por su trayectoria, el Probus Club San Juan entregará una distinción a la institución hoy, durante la entrega de los Probus al Mérito "Domingo Faustino Sarmiento".
Fue un 30 de septiembre de 1910, cuando un grupo de vecinos santaluceños creó la Sociedad Rawson Biblioteca Popular, para incentivar la cultura cuando la Patria estaba cumpliendo sus 100 años. Eso, y que su primer presidente fue Alberto Morando, son uno de los pocos datos que se conoce del nacimiento de la institución. Después, hay un manchón negro en la historia de la biblioteca hasta 1938, cuando la institución se mudó a un edificio construido frente a la plaza de Santa Lucía, sobre la calle Hipólito Yrigoyen. Allí, toda la población tuvo acceso a sus libros. Pero, en 1944 el terremoto fatal tiró su edificio e hizo que gran parte de sus libros quedara entre los escombros.
Los vecinos trataron de rescatar parte de la bibliografía y uno de ellos se la llevó a su casa, pero como la vivienda también había sido afectada por el movimiento sísmico había poco espacio para los libros, que terminaron a la intemperie. Por eso, en 1973, la bibliografía fue trasladada al edificio del Concejo Deliberante. Allí los libros estaban protegidos del clima, pero poca gente tenía acceso a ellos y no había demasiado control sobre quienes los usaban.
Fue Abenhamar Rodrigo quien en 1982 decidió buscar un lugar nuevo para la biblioteca y reorganizarla. Para eso, solicitó ayuda al municipio, que le concedió un espacio para que se construyera la institución. Así, la biblioteca llegó a donde está hoy, en Yrigoyen 2537 Este.
A partir de ese momento, la biblioteca comenzó a ser parte de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip) y creció: mejoró y amplió su edificio, actualizó e incrementó el número de libros, adquirió mobiliario e incorporó tecnología para crear una sala con computadoras conectadas a Internet. Además cambió su nombre por cuestiones administrativas, pasó a llamarse Biblioteca Popular Rawson.
A 100 años desde su creación, la institución cuenta también con el museo Abenhamar Rodrigo, que tiene elementos que muestra la evolución con el paso del tiempo, como ejemplares de planchas que van desde las que se calentaban con brasas hasta las actuales planchas eléctricas con vapor. Además tiene una pinacoteca llamada Santiago Paredes (otro benefactor de la institución), que posee cuadros de artistas plásticos sanjuaninos.

